PARTE I: EL PEDREGAL “CUNA
DEL CHAGRA”
DEDICATORIA
Para los chagras auténticos y de
corazón que conozcan el testimonio de una persona que vive y conoce la realidad
de los trabajos, costumbres, tradiciones en nuestros bellos y amplios campos y parajes
de nuestro Catón.
INTRODUCCIÓN
Como un homenaje a todos los
chagras de ancestro, contemporáneos y futuros que tienen un verdadero amor a su
terruño y sus costumbres que sigamos
cultivando nuestras ricas tradiciones y aportando de esta manera al desarrollo
cultural, social y económico de nuestro cantón y del país.
Aquel personaje cuya jornada
diaria comienza en la madrugada con el canto de gallo empezando con el ordeño
de sus vacas, luego las labores agrícolas y
que termina con el ocaso del sol cuando todos sus animales y sus
sementeras hayan sido atendidos adecuadamente.
Aquel que con su propio esfuerzo hace
producir la tierra y mantiene a su familia, porque nació
para salir adelante demostrando capacidad en su diaria lucha que lo hace con
orgullo de ser el escogido como el amo y señor de su amplio espacio natural que
Dios nos dejo para cuidar y perfeccionar respetando y cuidando todos los
recursos naturales existentes.
ANCESTROS DEL CHAGRA
Entre montañas, llanuras,
quebradas y pajonales un paraíso está guardado en el tiempo, un rincón extenso y
virgen donde los venados, osos, pumas, cóndores, conejos y en definitiva toda
la fauna nativa se confundía en la exuberante vegetación, que desde el rio san
Pedro hacia el oriente se extendía atravesando por los cerros Pasochoa, Rumiñahui, Sincholahua, Cotopaxi y Quilindaña
hasta perderse en el horizonte de los espesos cimarrones del predicador el Turbante y Conga extremos orientales donde
los ríos se pierden en la inmensa selva.
Fue el lugar predilecto escogido
por los primeros españoles para echar raíces de sus costumbres introducidas en América,
en una extensión aproximada de unas 300 mil hectáreas en donde comenzó a
poblarse con caballos ganado bravo y ovejas. Según testimonios y datos de
personas que trabajaron desde muchas ascendencias atrás nos cuentan que: en una
fértil llanura en lo que hoy conocemos con el nombre de Maucapedregal se construyeron
casas, corrales y una Iglesia que era prácticamente el sitio donde vivía todo
el personal que administraba la hacienda, los mismos que emprendieron con la
explotación de estas tierras, para lo cual se unieron tanto personal que vino
de otro lado y los propios del lugar que los integraron para que aprendan el manejo
y control de estos animales, de esta manera la población pecuaria fue
acrecentándose y expandiendo por toda la zona, bajo el dominio de de los
españoles , y con ello también fue promovido el mestizaje de sus habitantes con
nuevas costumbres. De los dos asentamientos existentes en la zona, los mismos
que estaban ubicados en lo que hoy
conocemos como barrios de Loreto y Santa Ana del Pedregal.
En 1877 se
produce la erupción del Cotopaxi hecho
que cambio todos los planes y proyectos que se estaban construyendo en esta
zona ya que gran parte de la ganadería se perdió y sus campos quedaron
cubiertos de ceniza porque según dicen: la obscuridad total tuvo una duración
de 2 días, fue destruida la hacienda y la iglesia que estaba construida por
donde pasó la erupción, hoy podemos encontrar pequeños restos de ladrillos y
vestigios.
Este
acontecimiento marco fuertemente la vida de todos, es así que viendo las
necesidades por falta de alimentos, sus habitantes se vieron obligados a viajar
a sitios vecinos especialmente al Valle de los Chillos donde la erupción no
había hecho daño a solicitar alimentos
que consistían en maíz, morocho, cebada, trigo esencialmente, para mantener a
sus familias.
De esta circunstancia nace la tradición que
duro por mucho tiempo, sus habitantes cada año salían a “buscar vida”, que
consistía en un trueque, ellos llevaban carne y quesos para recibir granos.
Estos viajes lo hacían por toda una semana especialmente a Lasso, Pastocalle,
Miño, etc.
Luego que paso
la erupción y su destrucción fue catastrófica el sacerdote que estaba a cargo
de esta propiedad dejo pasar un corto periodo de tiempo hasta que se normalice
parcialmente la situación, cuentan que la hacienda fue vendida a un extranjero
posiblemente un europeo, su valor fue pagado con un caja equivalente a un baúl
pequeño lleno de monedas de plata, este personaje tubo pocos años la propiedad en
su poder y falleció.
Escrito por: Fabián Veloz.
Publicado el 23 de Julio de 2011 en el Periódico Tierra Grande
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