En estas líneas quiero rendirle un homenaje a mi padre.
Nicolás Veloz Cantuña, el nació en Loreto del Pedregal, Hijo de Elías
Veloz y Rafaela Cantuña. Desde muy niño su vida estuvo ligada a los que aceres
chacareros, es así que a la edad de 12 años ya asistía a los rodeos generales
de la hacienda acompañándole a su padre. Pero su afán de nuevos emprendimientos
lo hizo que se dedicara al comercio de ganado, desde los 16 años comenzó en
esta actividad, su amistad con grandes comerciantes de la época lo llevaron por
diferentes ferias del país tales como Ambato, Saquisili, Otavalo, San Gabriel, Tulcán,
llegando a importar ganado de Colombia, convirtiéndose así en uno de los
primeros introductores mayoristas del camal de Quito. También en esa época
trabajo por un largo tiempo llevando ganado de la sierra para faenar en los
camales de Guayaquil y Quevedo, todo este trabajo lo realizaba en condiciones
muy duras y adversas porque en ese tiempo las carreteras eran de malas
condiciones y los transportes también eran escasos y deplorables, a pesar de
estas adversidades su constancia y lucha siempre lo sacaron adelante con
dignidad.
A la edad de 20 años contrae matrimonio con María Clementina
Changoluisa (+), quien fuera puntal fundamental en la construcción de todos sus
sueños, con la cual procrea 6 hijos, y continúan
trabajando en la actividad comercial y a la vez que se van haciendo realidad
sus sueños y logra comprar una propiedad de la hacienda San Alonso del
Pedregal, aquí empieza a trabajar en la crianza de ganado de carne y leche, también
se dedica a la agricultura trabajando con yunta y con tractor de oruga, siendo
uno de los pioneros en estas actividades. Como su ancestro chacarero y el sueño
de tener ganadería brava y de carne lo lleva a adquirir una parte de los
hermosos paramos de Chalupas, que era propiedad de la familia Plaza Lasso, aquí
empezó a ser realidad lo que había aspirado tener desde muy niño. Poco a poco
con entusiasmo y fe tras superar muchas penurias fue conformando su meta de
formar una ganadería en Chalupas. Podemos contar como se inicio esta labor, se
llevaba el ganado desde el Pedregal a veces propio y otras comprando en
jornadas que duraban 2 y hasta 3 días de caminata teníamos que cruzar varios paramos con extenso
pajonales con ascensos y descensos caminos pedregosos en los cuales el ganado
se cansaba por el dolor en sus pezuñas, en muchas ocasiones nos toco dormir
donde caía la noche o el ganado no avanzaba mas, cuando estábamos de suerte
encontrábamos una cueva era una gran satisfacción teníamos las cuevas de
Chirimachay y Condormachay, en otras ocasiones hemos sido sorprendidos por fuertes
ventisqueras y tempestades de agua y nieve que son muy marcadas con el invierno parameo
entre los meses de Mayo hasta Agosto, que impedían caminar al ganado y a
nuestros caballos y eso si que era palabra mayor porque nos helaban hasta los
huesos especialmente el cruce del sitio mudadero y el cajas que están al pie
del volcán Cotopaxi, ya que este trayecto con ganado se lo hace en unas 4 a 5
horas sin parar para nada, como mi abuelo Elías Veloz decía en esta parte
“quédate a orinar veras caminar”, entonces teníamos que aguantar y seguir
adelante hasta encontrar sitios más calmados del viento y la tempestad para
poder descansar un momento.
En ciertas ocasiones nos toco dormir a orillas de los ríos por que
las crecientes nos sorprendían y no podíamos pasar ya que al ser ríos con
caídas rápidas se tornan muy violentos y peligrosos por esta razón es que el
chagra tiene su vestimenta muy apropiada ya que solamente se busca un sitio
para sentarse protegidos con el zamarro de cuero, el poncho de lana y de aguas,
una gorra, una bufanda y un buen sombrero con su funda protectora de aguas
hemos resistido a dormir en la intemperie al lado de nuestro caballo. En otras ocasiones
cuando hemos tenido suerte avanzamos a llegar donde hay chozas de los vecinos
que se encuentran en la ruta por donde debemos cruzar. Como no recordar esos
hatos o vaqueradas. El Ami que cuidaba Manuel Changoluisa, el Tambo, el Suero
Yacu de Rafael Changoluisa o el páramo
de Baños de Santiago Cumbajin a quienes
les agradezco infinitamente, por que al llegar cansados y agotados nunca nos
falto ese cariño de la gente noble y buena
que nos volvía las fuerzas, cuando nos brindaban una agüita de sunfo
bien caliente y una deliciosa sopa. De esta manera y algunos años de trabajo
logramos conformar nuestra ganadería y lo digo con orgullo por que yo también
participe de este proyecto desde muy pequeño no le abandone a mi padre.
Luego de algunos años se
obtuvo la producción esperada, y se procedió al saque del ganado para la venta
realizando los rodeos, hoy en día la facilidad de los caminos nos permite
hacerlo en trasporte de carro.
Mi padre también apegado a la
chacarería siempre ha realizado rodeos de 5 a 6 días de duración en su
propiedad. En años anteriores estos rodeos se los realizaba con 30 montados
porque había más gente dedicada a esta labor y participaba en el gente tanto
del Pedregal como de la provincia del Cotopaxi que nos ayudaba en esta labor.
Cuando el rodeo comienza todos están en la trinchera formados en
fila para distribuir el personal por grupos y salir a diferentes partes del
páramo donde les toque realizar su trabajo se hacen 4 o5 grupos dependiendo de
la cantidad de personal, el dueño y el mayordomo se paran al frente de todos los montados
después de haber desayunado ,el mayordomo les invita al shuyo que consiste en una copa
de trago a cada uno para que se alegre el día y que todo salga bien, luego se
va distribuyendo y dice el mayordomo “hoy nos toca trabajar Cochaconga” para lo
cual un grupo irá a Pusurumi, otro a Quiruisana, otro grupo a Pucarumi, otro a
magmas, y el ultimo esperará en la pampa de Pucahuayco para que no pase el
ganado al otro lado (Huagui). Después de esto el mayordomo advierte a todos
“rasgarán duro a los caballos, todo vivos vivos atentos igualando las paradas,
sin dormirse, gritando como que han comido”. Porque el éxito del trabajo
depende de todas estas actitudes, de esta manera todos salen a sus puestos
luego de unas dos horas de camino ya están listos y ubicados en sus sitios para
esto el mayordomo ya se ha ubicado en la loma más alta y constata que todos
estén alertos y el ganado ya ubicado
lanza el primer grito y todos los chagras comienzan el redondeo en
trinchera del sector y el arreo del
ganado con fuertes gritos al galopeo de sus caballos se va cerrando el círculo
para que el ganado se vaya juntando y así seguir bajando de las partes altas a
los sitios más bajos entre gritos y silbidos corre las partidas de un lado al
otro en las colinas hasta ser dominados, pero otros empiezan a vencer y al
pasar el cordón que forman los montados especialmente los toros grandes
entonces, hay la orden de que los mejores chagras enlazadores vayan a coger
esos animales, el mayor domo dice: “cojan enlacen a todos”, otro grita por ahí:
“ por acá va el toro guanlla”, luego de cierto tiempo se ve que 5 o 6 toros han
sido enlazados a los cuales hay que acompañarles con otra veta y así 2 chagras
en cada toro llevaran al contadero, mientras que el resto de montados bajan con
las partidas de ganado hasta llegar al corral, luego de un determinado tiempo
llegan los toros que quedaron enlazados todos ayudamos a soltar trabajando uno
a uno en los postes y poniéndole la contra en sus cachos para evitar cualquier
peligro, cada cual conversa con emoción como enlazó, unos dicen yo enlace en
los limpios otro dice yo puse cachibarba también se oye decir yo cogí en el
pescuezo, otro que no tuvo suerte dice yo le puse lindo pero se me tragó otro
exclama que caballo que tengo yo “monto no mas en el toro” y así diferentes
comentarios.
Alguno menos afortunado no ha llegado todavía y todos se preguntan
que paso con él, alguien dice “vi correr a pie” otro dice “ el caballo salió corriendo”
y todos nos preocupamos y salimos a buscarlo, porque el chagra es solidario con
sus compañeros a lo lejos vemos venir a pie y nos cuenta que por una maniobra brusca realizada para evitar la
caída en un hueco se cayó del caballo y este como no era tan manso salió
espantando y no se deja coger, ahora ya se encuentra más tranquilo entre sus
amigos, alguno al que no le falta la chispa dice: “ mañana no hay que sacarle
al rodeo a él hay que dejarle en la cocina palando papas” pero es un broma nada
mas mientras el otro grupos de chagras van en busca del caballo para entregarle
a su jinete. En el primer día de rodeo se faenará una res joven que servirá de
alimento para los rodeantes. Así más o menos transcurre ese día de trabajo en
la tarde nos espera una buena comida y uno que otro trago para calmar la
adrenalina que algunos chagra tuvieron que pasar por momentos peligrosos y es
momento de comentar como les fue y que peripecias pasaron unos bien otros un
poco mal por falta de experiencia y conocimiento porque tal vez fueron nuevos en este páramo como alguien que
llegó y decía ahora entiendo porque muchos dicen: “En Chalupas de los diablos
amansan los hombres bravos y lloran los afligidos sin esperanza ninguna” entre
anécdotas dichos y canciones se pasa la tarde, y llegada la noche hay que
buscar un sitio en la choza para dormir y descansar bien porque mañana nos
espera un día igualmente muy duro de trabajo. Un día del rodeo se destinara
íntegramente a enlazar los toros que han quedado vencidos en el páramo para
hacer entrar a los corrales Después de 4
días de trabajo similar en distintos sitios de nuestro páramo nos toca el
último día que es el encierro de la gruesa que consiste en hacer entrar al
corral todo el ganado recogido los días anteriores, por cierto este es quizá el día más duro de
trabajo ya que hay que señalar todos los orejanos porque si hay de diferentes dueños el mayordomo va
indicando a quien corresponde, si hay ganado de
otras propiedades hay que entregar el aparte, a otro se le pondrá la
marca también hay que realizar la curación del ganado, también hay que separar
o escoger el ganado que irá a la venta
especialmente toretes, toros y una que otra vaca, los mismo que solventaran los
gastos que representan la organización del rodeo y el pago a todos los rodeantes.
Finalmente se procede a contar todo el ganado que regresa nuevamente
al páramo para conocer la producción anual de la propiedad. Al día siguiente
los rodeantes acomodan sus caballos y toda sus cosas para regresar a sus casas
contentos de haber trabajado y también de tener esta oportunidad de divertirse
haciendo lo que saben.
El rodeo en general en casi todas las haciendas de los distintos
páramos se realiza con esta metodología de trabajo.
Con especial sentimiento quiero rendirle un homenaje póstumo a un
chagra de esencia, de convicción y de autenticidad cuyo nombre quedará
inmortalizado en todo el cantón Mejía y en la mente de todos los que hemos
tenido el honor de conocerle que con su
educación sencillez y humildad se ganó el cariño de la gente.
A la memoria de DON SEGUNDO OLMEDO CHANGOLUISA VELOZ (+). Personaje
muy querido en el Pedregal, que dejó un legado inmenso de ejemplo de superación
y de triunfos sobre las adversidades. Porque a pesar de quedar huérfano de
padre desde muy niño y siendo el único hijo fue el llamado a cuidar de su madre
y hermanas, creció y se desarrollo como un gran chagra en la hacienda Yanahurco
de la cual fue su mayordomo por muchos años, hasta cuando alcanzó su juventud y conoció a la que fue su
esposa la señora Gloria Jácome con la que procrearon 6 hijos, los dos
trabajaron duramente demostrando ser personas de bien y alcanzar los sueños
propuestos hasta hacer crecer a sus hijos, y culminar con éxito sus sueños y
aspiraciones en el proyecto de tener sus propias tierras dedicadas a la
agricultura y en el paramo de la
hacienda el Valle donde se dedico a la crianza de ganado de carne y de toros bravos por que el anhelo
del chagra es tener sus propios animales que le darían el gusto y la
satisfacción de brindar sus toros en las
diferentes ciudades, corridas de toros populares, siempre estuvo presto a
colaborar en los asuntos chacareros de nuestro cantón. Como un buen chagra
conocedor de los secretos, penurias y alegrías que nos da el campo dejó todas
sus enseñanzas a sus hijas e hijos,
llevando su legado hasta sus nietos como es la chagra linda 2009 Anabel Caiza Changoluisa.
Un reconocimiento especial merece la señora Gloría Jácome que a
partir del fallecimiento de su esposo supo tomar las riendas del camino ya
trazado y lo llevo adelante sin rendirse jamás. Constituyéndose así en un
verdadero emblema de una mujer chagra en toda la extensión de la palabra.
También mencionaremos al recordado chagra Rafael Changoluisa (+), un luchador de la vida y digno representante
de la chacarería, también muy querido y reconocido por su valiosa contribución
a la noble actividad siempre colaborador con el pueblo en los diferentes
festejos chacareros, con su ganadería, y que hoy sus hijos continúan por el
mismo sendero de progreso para con sus
costumbres al formar el primer grupo del cantón Mejía como es el “CLUB DE
CHAGRAS HEREDEROS DEL PEDREGAL”.
Por su valor y coraje no podemos olvidar de Francisco Changoluisa (+),
el recordado tío Pachito, al que nunca le falto el cariño sincero para
compartir con sus amigos, al que le daba
igual enfrentarse a un toro puro
de casta ya sea en su caballo para enlazar, o a pie en una plaza para sacar unos extraordinarios
pases de torero. Fue un digno representante de la hacienda el Porvenir.
Otro personaje muy recordado
por su verdadera identificación con su ancestro y conocimiento chacarero, que
dio grandes aportes al desarrollo de la vida del chagra fue Don Ignacio Morales (+) quien siempre colaboró en las actividades
chacareras de nuestro cantón con su ganadería brava, y que hoy continúan sus
descendientes al ser proclamado chagra
del año 2009 su hijo José Ignacio Morales.
A ellos, a nuestros ancestros y a muchos chagras
contemporáneos y jóvenes de nuestra tierra le debemos que se siga manteniendo y
proyectándose hacia el futuro esta noble tradición
Escrito por : Fabian Veloz
Publicado el 23 de Julio de 2011 en el Periódico Tierra Grande.